
imágen en luz visible de Fornax A hecha por el Hubble.crédito NASA.

imágen en falso color de la emisión en longitud de onda de radio de los lóbulos en la galaxia Fornax A.Este gas caliente se extiende una distancia sobre un millón de años luz,un nuevo documento de los astrónomos del CFA sugiere que ellos son causados por la colisión de otra galaxia con Fornax en la cual el polvo y gas de la vecina desencadenó los chorros desde el agujero negro en el núcleo de la galaxia.Credito: Ed Fomalont (NRAO) et al., VLA, NRAO, AUI, NSF.
Los astrónomos Lauranne Lanz ,Christine Jones, Bill Forman, Matt Ashby, Ralph Kraft, y Ryan Hickox, combinaron las imágenes de radio de Fornax A con imágenes infrarrojas del Telescopio Espacial Spitzer y las imágenes de rayos X del Observatorio Chandra -y el satélite XMM-Newton para ayudar a responder a algunos de los enigmas en torno a estos espectaculares lóbulos.Trás un cuidadoso modelado y luego restando la luz estelar vista en las imágenes del Spitzer, los científicos fueron capaces de revelar el exceso de emisión de polvo alrededor de la región nuclear, y, además, mostrar que el polvo se encuentra en dos arcos irregulares barriendo a través de unos diez mil años-luz. La existencia de esa emisión de polvo en el infrarrojos es desconcertante: Fornax A es un tipo de galaxia que se cree está relativamente libre de polvo.
Sin embargo cuando se combinó con información de rayos X y radio de los mismos lugares, el polvo permitió a los astrónomos construir una imagen más completa de lo que está pasando.Lo más probable es que la galaxia colisionó hace 400 millones de años atrás con un vecino rico en gas – el cual tenía 2.3 veces más gas que Fornax A - pero con muchas menos estrellas (tal vez sólo el 10%). El polvo vino de la galaxia vecina, la colisión también ayudó a canalizar el gas desde el vecino y desencadenar la explosión del agujero negro. La geometría de la región nuclear, y la presencia de dos cavidades de rayos-X, sugieren que hay al menos algunas regiones nucleares que siguen sin ser detectadas en la radio, lo que es una posibilidad, hay probabilidades de haber ocurrido no una sino dos explosiones durante los últimos 400 millones de años lo que ha contribuido a las estructuras observadas. El nuevo estudio ayuda a desentrañar el misterioso origen de estos espectaculares lóbulos de radio, y también destaca la importancia de las observaciones en múltiples longitudes de onda.
fuente de la información:
http://www.cfa.harvard.edu/news/2010/su201036.html