El descubrimiento tiene implicaciones históricas, mucho más importantes que el anterior hallazgo del aterrizador de hielo de agua, duro y compacto. Esto es así porque, hasta donde la ciencia conoce a día de hoy, la vida puede existir en el agua salada, similar a salmuera, encontrada por Phoenix, pero no se puede formar en el agua congelada hallada en su lugar de aterrizaje en el polo norte, donde las temperaturas nocturnas en invierno alcanzan habitualmente los 75ºC bajo cero.
Otra conclusión igualmente importante del equipo de Phoenix es que los datos recopilados indican que esa agua líquida no se encontraría solamente en el lugar de aterrizaje, sino que es muy probable que exista actualmente en muchos sitios de Marte.
Todas estas conclusiones están recopiladas en un nuevo informe titulado "Evidencias Físicas y Termodinámicas de Agua Líquida en Marte". Este informe será presentado el 23 de marzo, en la 40ª Conferencia sobre Ciencia Lunar y Planetaria en Houston, y ha sido firmado por 22 miembros del equipo científico de Phoenix y por Peter Smith, de la Universidad de Arizona, Investigador Principal de la misión y líder del equipo.
Han sido las imágenes de salpicaduras de material marciano en el tren de aterrizaje de la nave las que primero dividieron, luego unieron, y finalmente convencieron a las casi dos docenas de científicos de Phoenix de que "existe agua líquida salina en zonas agitadas por el aterrizador", según se afirma en el informe. Esto es lo que se describe como evidencia fehaciente (“arma humeante”) de la presencia de agua líquida en el lugar de aterrizaje.
Este mosaico, montado a partir de imágenes obtenidas por Phoenix, muestra las tres patas del tren de aterrizaje de la nave.
Salpicaduras de material marciano en una de las barras transversales de la pata situada a la izquierda en el mosaico, podrían ser de agua líquida salina.
Este descubrimiento, extraordinariamente significativo, de que actualmente existen salmueras de agua en la superficie de Marte tiene implicaciones muy importantes sobre la posibilidad de vida marciana actual. Sin embargo, no es garantía de que la vida exista, porque el fluido pudo ser demasiado fugaz o demasiado salobre para la vida.
Y también ayudaría a explicar las aparentes pruebas de erosión reciente vistas por MRO (Mars Reconnaissance Orbiter). Los científicos creían anteriormente que todas características marcianas excavadas por el agua habían sido creadas miles de millones de años atrás; sin embargo, muchas de esas características no concordaban con una geología tan antigua.
Según afirman los investigadores de Phoenix, los datos del aterrizador aportan pruebas, tanto termodinámicas como físicas, de la existencia actual y ampliamente extendida por Marte de agua con un elevado contenido de sal. Tal y como sucede con todo lo que concierne a la posibilidad de vida en otro planeta, los datos serán debatidos acaloradamente.
Pero los nuevos hallazgos de Phoenix, que han aparecido después de que el aterrizador dejara de funcionar a principios de Noviembre, están consiguiendo un apoyo excepcionalmente amplio. Los miembros del equipo científico involucrados en estos descubrimientos representan a laboratorios y universidades tanto de Canadá y Europa, como de los EE.UU.
Aunque Phoenix nunca observó directamente agua líquida en la tierra o en el hielo subterráneo que encontró al excavar, los científicos creen que el material estaba allí y que fue salpicado a las barras del tren por los motores de descenso de la nave durante el aterrizaje del 25 de Mayo.
Basándose en los datos de Phoenix, y también en otras muchas fuentes de información sobre Marte, el equipo científico dice que confía plenamente en "la hipótesis de que el agua líquida salina es (actualmente) común en Marte". Los miembros de este equipo dicen en su informe que el descubrimiento afectará a casi cada aspecto de la investigación marciana, incluyendo al desarrollo de nuevas naves, más allá del MSL (Mars Science Laboratory) que se prevé lanzar en 2011: "Este descubrimiento tiene implicaciones muy importantes sobre la estabilidad del agua líquida, sobre el clima, sobre la mineralogía, sobre la geoquímica y sobre la habitabilidad de Marte".
El autor principal del informe es Nilton Renno, de la Universidad de Michigan. Asimismo, los descubrimientos están también fundamentados en los estudios realizados por Aarn Zent del Centro de Investigación Ames. Su trabajo descubrió que las moléculas de agua de la atmósfera marciana condensan en el suelo como finas películas de humedad sobre las partículas de tierra (y, en este caso, sobre el tren de aterrizaje de Phoenix).
Las trazas de hielo duro, encontradas debajo del aterrizador, fueron cambiando de aspecto a lo largo de la misión.
Crédito: Kenneth Kremer, Marco Di Lorenzo, NASA/JPL/UA/Max Planck Institute.
Un factor clave para mantener, en el suelo, una cantidad de humedad (no congelada) suficiente para hacerla habitable es la presencia de sales de perclorato que reducen mucho la temperatura de congelación del agua. Según éstos y otros datos de Phoenix, que van a ser presentados en la LPSC, los percloratos encontrados por Phoenix son capaces de mantener suficiente humedad (en estado líquido, en vez de congelado) como para soportar formas de vida similares a las encontradas en la Tierra en regiones sumamente secas como los 'Dry Valleys' de la Antártida.
Existen también otras evidencias fehacientes, basadas tanto en los datos de Marte, como en datos obtenidos en la Tierra, que soportarían los descubrimientos de salmueras de agua en Marte. Tales salmueras se encuentran, por ejemplo, entre 2 y 10 centímetros bajo la superficie, en los valles secos de la Antártida.
Los rovers Spirit y Opportunity han encontrado también pruebas de tales salmueras en épocas pasadas de Marte. Según afirma el equipo científico, "la presencia de estas salmueras es consistente con las evidencias de alteración de meteoritos por agua que los rovers han encontrado durante su estancia en Marte".
"Y finalmente, las salmueras tienen una elevada constante dieléctrica que puede ocasionar atenuación en las señales de radar. Esta atenuación parece ocurrir frecuentemente, según las mediciones de los orbitadores marcianos de la NASA", concluye el informe de Phoenix.
Phoenix “murió” en Noviembre, sobrepasado por las cada vez más frías temperaturas invernales. Es improbable, aunque posible, que la nave vuelva a la vida en Octubre, cuando la luz solar esté en su máximo. Los ingenieros, sin embargo, lo dudan porque creen que Phoenix habrá sido recubierta por hielo de dióxido de carbono que habrá roto sus paneles solares.
fuente de la informacion:
http://spaceflightnow.com/news/n0903/08marswater/
http://www.sondasespaciales.com/index.php?option=com_content&task=view&id=11428&Itemid=42