En menos de diez millones de años, el material en el disco alrededor de una estrella joven será ya sea , acrecionado hacia su estrella, dispersado en el medio interestelar, o se convertirá en planetas o cuerpos sólidos más pequeños.Cuando el material en el disco orbita alrededor de la estrella, cada partícula tiene una velocidad que depende de su distancia a la estrella.
Los modelos actuales para la evolución de los discos pre-planetarios invocan tres procesos básicos. En los dos primeros procesos ,cuerpos interactúan entre sí para intercambiar energía y alterar sus velocidades y distancias de la estrella. En el tercer proceso, pequeños trozos en órbita de granos de polvo coagulado se pegaran entre sí y se convertirán en cuerpos más grandes, llamados planetesimales. Los cuerpos sólidos a menudo esculpen brechas, o cavidades, en el disco, tras acrecionar más material, y algunos se convierten en planetas. Con el tiempo los vientos de la estrella barrerán lejos los restantes materiales del disco.Cada uno de estos procesos está influenciado por muchos factores que los astrónomos están trabajando duro para entender.
ilustración artística del asteroide binario 90 Antiope localizado en la parte más externa del cinturón de asteroides que está entre Marte y Júpiter .Nuevos estudios indican que los planetesimales binarios localizados en un jóven disco planetario pueden influenciar grandemente en su desarrollo.Credito: Copyright European Southern Observatory.
En un nuevo artículo, el astrónomo del CfA Perets Hagai estudia el papel de los planetesimales binarios ( trozos de materia que orbitan entre sí y conjuntamente maduran a través de los tres procesos básicos mencionados anteriormente) ,que hace que tales planetesimales binarios siquiera existan? y como pueden influenciar en el desarrollo del sistema planetario? Por ejemplo, cuando dos cuerpos interactúan el resultado es una predicción relativamente sencilla, pero un tercer cuerpo en la mezcla puede hacer que la interacción sea muy compleja, incluso caótica, por ejemplo, puede dar lugar a que uno de los tres cuerpos sea expulsado del sistema.
Perets introduce una serie de argumentos teóricos relativamente simples para ilustrar la forma en que los planetesimales binarios podrían hacer una diferencia muy grande para el sistema planetario final. El primero nota la existencia en nuestro sistema solar actual de muchos de tales binarios, y argumenta que algunos de ellos podrían ser los restos de épocas anteriores. El autor muestra que el papel de los binarios, ignorados en la mayoría de los estudios previos, no sólo no es insignificante – sino que pueden desempeñar un papel importante en la evolución del sistema planetario y deberían no ser ignorados en las futuras simulaciones y modelados.
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fuente de la información:
http://www.cfa.harvard.edu/news/2011/su201103.html